TRADUCCION: ELISA CARNELLI THE NEW YORK TIMES. ESPECIAL
Claves para navegar
sin perder la privacidad. Los grandes buscadores, mails gratuitos y redes
sociales están habilitados para usar los datos de Sus usuarios. Pero hay
aplicaciones que permiten eliminar información de la vida social y
privada.
05/05/12
No hay secretos online. Aquel correo electrónico
emotivo que enviaste a tu ex, la enfermedad sobre la que buscaste información,
las horas que pasaste mirando videos de gatitos, todo eso puede ser recolectado
para crear un perfil que los defina.
La información puede entonces ser
almacenada, analizada, clasificada y vendida como materia prima a operadores de
datos , quienes a su vez la podrían vender
a anunciantes, empleadores o empresas de medicina prepaga, entre otros tantos
interesados.
Ocurre que los grandes servicios de Internet como
buscadores, webmail o redes sociales incluyen una letra chica en sus famosos
“Términos y condiciones” que casi nadie lee y habilita a usar los registros de
por dónde navegamos, qué buscamos y con qué personas nos contactamos.
Sin embargo, aunque probablemente sea imposible
ocultar por completo nuestras actividades online, podemos tomar medidas para
comenzar a borrar nuestras huellas digitales. Algunas de esas medidas son muy
simples y muchas son gratuitas. Naturalmente, cuanto más esfuerzo y dinero se
invierte, más oculto se está. La clave es encontrar el correcto equilibrio
entre costo, comodidad y privacidad.
Antes de engañar a los curiosos, tenemos que saber
quiénes son. Hay hackers merodeando las redes Wi-Fi, eso está claro. Pero los
expertos en seguridad y los defensores de la privacidad dicen que son más preocupantes los proveedores de servicios de Internet, los
operadores de motores de búsqueda, los proveedores de correo electrónico y los
administradores de sitios Web –en particular si
una sola entidad actúa en más de un sector, como Google, Yahoo! y Facebook–.
Eso significa que fácilmente pueden recolectar y
cruzar nuestros datos entre todos sus servicios . Es decir Google puede unir nuestro Gmail con nuestro historial de
búsquedas, así como determinar nuestra ubicación e identificar todos los
dispositivos que usamos para conectarnos a Internet.
“Lo peor es que promocionan esa intromisión como un
gran beneficio para nuestra vida porque pueden adaptar los servicios a nuestras
necesidades”, dijo Paul Ohm, profesor asociado de la Escuela de Leyes de la
Universidad de Colorado, EE.UU., que se especializa en privacidad de la información.
” Ohm aconseja desconectarse de sitios como Google y la red social Facebook y
no usar varios servicios de la misma empresa. “Si uno busca en Google, quizá no
le convenga usar Gmail como correo electrónico”, agregó.
Si uno no quiere que se estudie o analice el
contenido de sus mensajes de correo electrónico, tendría que pensar en
servicios gratuitos menos conocidos como HushMail, RiseUp y Zoho, que tienen
políticas de no intromisión.
Pero de todos modos, aunque usemos otro webmail, Google puede tener los mensajes que intercambiamos con nuestros amigos o
colegas que tengan cuentas de Gmail , apuntó Peter
Eckersley de Electronic Frontier Foundation, agrupación de defensa de los
derechos digitales de San Francisco. “Uno está menos expuesto”, dijo, “pero no
puede escaparse del todo.” Otra táctica de ocultamiento es usar el buscador
DuckDuckGo, que se distingue por su política de no rastrear nuestras huellas ni
filtrar los resultados de búsqueda sobre la base de nuestro historial de
búsquedas. Más allá de cuál sea el buscador que se utilice, los expertos en
seguridad recomiendan activar el “Modo privado” del navegador, que suele estar
en Preferencias, Herramientas o Configuraciones. Cuando ese modo está activado,
se borran las cookies de rastreo una vez que se cierra el navegador, lo que
“básicamente borra el historial”, señaló Jeremiah Grossman, director de
tecnología de Whitehat Security, consultora de seguridad online de Santa Clara,
California.
Grossman advirtió que, sin embargo, el modo privado
no ayuda a ocultar la dirección IP, número único que identifica nuestro punto
de acceso a Internet. De modo que quizá los sitios no conozcan nuestro
historial de navegación pero probablemente
sepan quiénes somos y dónde estamos, así como también cuándo y durante cuánto
tiempo visitamos sus páginas .
“Las compañías como Google crean enormes bases de
datos con nuestra información personal”, explicó Paul Hill, asesor de
SystemExperts, empresa de seguridad de redes de Sudbury, Massachussets. “Puede
que ahora tengan la mejor de las intenciones pero quién sabe cómo serán esas
empresas de aquí a veinte años, y para entonces será demasiado tarde para
recuperar nuestros datos.”
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